domingo, 11 de marzo de 2012

Fue y se metió en un convento.


“¡¡ME CAGO EN LA LECHE PUTA!! ¿¿ÉSTO COMO HA SIDO...??” solía ser el exabrupto que pronunciaban en mi pueblo los amigos cuando, alertados por el doble de las campanas, llegaban a la casa donde un difunto estaba de cuerpo presente. Los familiares satisfacían su curiosidad contándoles detalles sobre los últimos momentos y la muerte y el amigo, ya calmado, volvía a pronunciar en tono más comedido y como reflexivo: “¡Me cago en la leche puta...!” Aunque  reservo educadamente los tacos gruesos para la confianza o la ocasión certera, no pude dejar de exclamar lo mismo que aquellos afligidos del velatorio cuando leí, de sopetón, unas tan breves como inesperadas frases en un libro de divulgación científica. Fue dicho para mis adentros pero el aura del ciscamiento y de la leche puta llenó todos los recovecos del pensamiento hasta que me recobré de la impresión. Repito que estaba leyendo un libro de divulgación sobre el tiempo meteorológico, literatura ésta la de divulgación a la que soy bastante adicto. Me entero así de los cómo, cuándo e intuyo por donde va el último por qué que siempre se nos escapa. Tiene esta afición un problema. A veces, el libro o artículo es demasiado fácil y sus razonamientos ya me los sé. Otras veces, en cambio, entran en honduras y filosofías, en metafísicas y formulaciones que mi intelecto ya no comprende bien. Me pasó, por ejemplo, cuando se puso en marcha aquel artilugio que, según los agoreros y algún santón, iba a significar la fin del mundo, el gran colisionador de hadrones. Busqué información sobre aquellas cosas pero la intimidad en lencería sexi de los agujeros negros, del bosón de Higgs y de la mecánica cuántica me siguió siendo negada. Me quede, por tanto, solo con la música de banalidades como la del gato de Schrödinger y me conformé.
Digo que cuando uno lee un libro de divulgación no espera encontrarse escabrosidades ni alarmas que no sean las estrictamente ciéntificas. Además, ya me han dejado de impactar ese tipo de comparaciones didácticas tales como “energia suficiente como para suministrar electricidad a una ciudad de 100.000 habitantes”. Otra cosa hubiera sido si me hubiese dado por leer “Las grandes amantes de la historia”, libro que duerme en los anaqueles de la casa de Calera y que, de niño, me atraía. Pero en aquel entonces no tenía yo empuje ni conocimiento de ciertas miserias y me limitaba a ver los grabados de Dalila o de Madame de Pompadour. Aquí sí esperaría encontrar rarezas y tomas de decisiones no sujetas al arte del razonamiento. Por éso, cuando estaba con el libro sobre el weather y, en concreto, con un capítulo donde se hacía historia de la incursión de éste en los noticieros televisivos, me sorprendió con horror leer, sin ningún tipo de anuncio previo, el siguiente párrafo (copio sin saber si infrinjo algún copyright): Maldonado y Pascual trabajaron juntos durante dos años. Después, Charo Pascual abandonó la televisión e ingresó en un convento de Londres. Al parecer, ella misma comentó que quería llevar una vida más espiritual. Desde entonces nada se ha vuelto a saber de esta presentadora”. Mantuve el tipo pero no pude dejar de soltar el exabrupto: “¡¡ME CAGO EN LA LECHE PUTA!! ¿¿Y ÉSTO COMO FUE??
Las preguntas se acumularon: ¿cómo que se metió en un convento? ¿qué puede mover a una mujer de mundo, como se supone que es una presentadora, a meterse en un convento? ¿es que era amiga de la disolución y se arrepintió? ¿estaba soltera? ¿estaba casada y con hijos? y ¿cómo que no se sabe nada de ella, ni siquiera si está viva o muerta? Así que hice una pequeña investigación por Internet y no encontré ninguna respuesta concluyente. Tengo que decir que esta señora me era, hasta ahora, absolutamente desconocida. No la vi, en su momento (que debió de ser por los años 88-90 del pasado siglo), presentando el tiempo por mi animadversión a la televisión. Tampoco en aquella época nadie me dio la noticia de su ida al convento de Londres. Quizás no salió en los "¡Holas!” o pasó la cosa desapercibida.
Dejó, pues, de interesarme el tiempo y me centré, durante un buen rato en tratar de pesquisar que es lo que ocurrió. Solo he encontrado escuetas frases que dicen lo mismo que lo ya leído, algunos foros zafios que recuerdan que la señora en cuestión estaba de muy buen ver y una breve reseña en “El Pais” del 16 de enero de 1993 donde se leen estos terribles motivos: Pascual asegura que se va a un convento de monjas porque "la vida no me gusta, no hay nada que me estimule, no encuentro el amor, no encuentro absolutamente nada que justifique mi vida terrena". Y estas tremendas historias que se escuchan a nivel del suelo, sin tener que mirar hacia lo alto, me gustan y me impresionan mucho más que los cielos de tormenta o las nubes aborregadas. Saber el cuento completo, tratar de comprender los últimos porqués, adentrarme en los tortuosos motivos de un alma en pena y aquilatar hasta donde debe llegar la compasión por estas mentes agitadas, es uno de los retos más fascinantes para los amantes de la vida real y de las historias contadas “entre dos copas de aguardiente sobre un manchado mostrador” como quiere la copla.
O en la intimidad de una consulta médica. A veces pienso en aquellos enfermos que un día desaparecieron sin dejar rastro. No me refiero a los muertos, por supuesto, ni aquellos que se casaron o cambiaron de trabajo y de residencia y de los que sigo teniendo información por sus familiares. De vez en cuando, se me vienen a la memoria, enfermos que tuve y de los que no he vuelto a saber nada, ni me anunciaron que se iban a marchar. ¿Se habrá metido alguno de ellos o ellas en un convento? En todo caso, de éstos que “se ausentaron sin dejar señas” queda la sensación amarga de que algo se nos perdió y de que hubo una historia con nubarrones que no está registrada en nuestra memoria.

15 comentarios:

  1. Conocí a esta chica. Estudiamos juntos Física en Valladolid. Me parecía un poco loca (hoy se diría hiperactiva) y algo triste pero eso sí muy independiente y valiente: creo que se pagaba los estudios en trabajos variopintos. Le deseo lo mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias por tu comentario! Creo que fue una suerte para ti conocer a esta chica. Y no solo porque ahora lo puedas contar sino porque es enriquecedor tener contacto con personas de toda índole y aun con aquellas de comportamiento extraño (dicho ésto en sentido meramente estadístico) ya que nos permite ser más introspectivos, más comprensivos y tolerantes. Por lo que ha mi respecta, es una historia que me intrigó desde que tuve conocimiento de ella. Yo también le deseo lo mejor.

      Eliminar
    2. Le va bien.La conocí sin saber kien era y es un puntazo.Anda a su aire y sin molestar.Supongo ke está buscando la felicidad(igual ke hacemos muchos).Alterna viajes entre Londres y España.

      Eliminar
    3. Yo rambién fui compañero de ella de promoción. Entramos el mismo año.
      Mi nombre (No me importa publicarlo) Francisco Javier García Aguado. Empecé la carrera en 1976

      He vuelto a ver muy exporadicamente a gente de nuestra prmoción. La mayoría como profesores en institutos de Valladolid.
      Otros, como Carlos y ALvaro (No recuerdo apellidos) consolidaron una gran empresa en el Parque Tecnológico de Boecillo.
      Solo he mantenido relación con otro compañero de promoción de Charo y mía: Un tal Ruperto Hermida Alonso, hermano de quien ha sido hasta hace poco Rector de la Universidad de León. Este chico cursó la carrera de Axactas en Valladolid y ganó una plaza en el departtamento de ALgebra de la Facultad de Valladolid. Luego se fue a la universidad de León.

      Un saludo.

      Eliminar
  2. Tienes que saber que tras su paso por TVE entró en Antena 3 Radio donde hizo un programa nocturno de escaso éxito, tras lo cual pasó a informar de la previsión del tiempo en los informativos del fin de semana (entre semana lo hacía Jorge Ron). Después pasó a Antena 3 TV, donde coincidió conmigo. Se limitaba a presentar, es decir, a decir lo que le escribíamos los otros meteorólogos y presentadores.
    De carácter difícil, rápidamente tuvo muchos problemas con los trabajadores de Antena 3, incluídos los directivos. Podría contarte muchas anécdotas sobre su extraña forma de ser, pero evidentemente no lo voy a hacer. Tras terminar su contrato con Antena 3 ya no supimos nada más de ella, excepto que en una revista del corazón publicaron lo del convento. Y nosotros pensamos... que se preparen en el convento.
    Si quieres más información puedes contactar con los profesionales de finales de los 80 y principios de los 90 de Antena 3 Radio y Televisión. Ellos tendrán más información.

    ResponderEliminar
  3. En este link, en los dos últimos comentarios, he puesto algún que otro link jugoso arrojando algo más de luz sobre este misterio...

    http://carta-de-ajuste.blogspot.com.es/2012/01/charo-pascual.html?showComment=1377704608102#c4416382367358900666

    ResponderEliminar
  4. yo solo se q su hermano q en paz descanse el Teniente.Pascual era intimo amigo de mi padre en el cuartel y a quien yo conoci,estuvo a punto de venir a mi comunion pero al final no pudo venir,hoy me acabo de enterar de lo del convento,ojala le vaya todo muy bien y tambien la deseo lo mejor

    ResponderEliminar
  5. yo solo se q su hermano q en paz descanse el Teniente.Pascual era intimo amigo de mi padre en el cuartel y a quien yo conoci,estuvo a punto de venir a mi comunion pero al final no pudo venir,hoy me acabo de enterar de lo del convento,ojala le vaya todo muy bien y tambien la deseo lo mejor

    ResponderEliminar
  6. La más brillante; luego, Mónica López.

    ResponderEliminar
  7. Interesante comentario. La recuerdo de mis años infantiles, y esa "espantada mística" que se anunció. Gracias!

    ResponderEliminar
  8. Casualmente he entrado en esta página buscando otro tipo de información y me he encontrado con este hilo de Charo Pascual.
    Al igual que la persona que inicia está discursion, yo también fui compañero de Charo en Físicas, en la facultad de ciencias de Valladolid.
    Por esa época nos daban clases profesores como Casanova en física general, Santiago en Álgebra, Zaldo en Cálculo, Quintanilla en óptica, Ayala en electricidad y magnetismo, Trapote etc...
    Los cito para enmarcar concretamente la época. Año 1977-78

    Esta chica era simpática. Fue novia en esa época de un profesor joven del departamento de Álgebra.

    Cuanto me gustaría encontrarme con ella para ver si, por fin, alcanzó la felicidad, aunque haya sido de una manera parcial.

    ResponderEliminar
  9. Hola.Parece que a vuelto a dar señales de vida por una cosa reivindicativa sobre transporte y trenes.Esta claro que esta mujer sera peleona hasta que muera.Di que si Charo a no rendirse.

    https://www.elcomercio.es/asturias/oriente/vecinos-torano-critican-20180811002052-ntvo.html

    Aquí lo mejor un audio con su calidisima voz 25 años despues que sigue igual.Supongo que con el físico no habrá pasado lo mismo pero quien tuvo retuvo.

    https://coperibadesella.com/10/08/2018/titulares-y-entrevista-charo-pascual-transporte-ferroviario-de-viajeros-deficitario/

    Josea.

    ResponderEliminar
  10. Gracias Josea por tu comentario más o menos la situamos 30 años después.

    ResponderEliminar
  11. Si yo la veo mucho aquí donde yo vivo y trabajo!!

    ResponderEliminar