viernes, 2 de julio de 2010

Vae victis!

Ante todo, decir que no me he olvidado el signo de admiración al principio del título. Es expresión latina y, en este idioma, solo se pone al final, como en los modernos mensajes de móvil. El latinajo, como es sabido, significa "¡Ay de los vencidos" y fue pronunciado por el caudillo galo Breno y recogido por Tito Livio en su Historia. Se acuerda el paseante de Santa Catalina de ésto, al recibir, por correo postal, una carta en cuyo membrete figura una institución llamada FGA CAPITAL. El escrito es largo y su segundo párrafo dice textualmente:


"Este fichero común tiene la única finalidad de facilitar a las entidades participantes los datos existentes en el mismo, relativos al comportamiento crediticio de las personas, con el propósito de apoyar la toma de decisiones en las relaciones negociales de ámbito financiero y crediticio, así como para la evaluación, seguimiento y en su caso recuperación de riesgos. "


Y ésto ¿que quiere decir? No lo tengo claro pero, antes de que pueda discernir, me llega una vaharada apestosa. En situaciones así, me acuerdo de un paisano, emigrante en Suiza. Estando él allí, hubo un referéndum para ver si los ciudadanos suizos querían trabajadores extranjeros o no. En éstas, el paisano viene al pueblo y le preguntamos por aquel asunto y nos contesta: "Pues que unos decían que nos fuéramos y otros que nos quedáramos, pero yo, por si acaso, me cago en la madre que los parió a todos". Extrapolando: "no se lo que quieres decir pero, por si acaso, me cago en la madre que te parió". Luego medito un poco y comprendo que se trata de que mis datos entren en un fichero para que se sepa si soy moroso o no.


Mi primer impulso fue tener una actitud gallarda y comunicarles que me negaba a semejante cosa y que se metieran el fichero por el culo. Pero, como bien dice un amigo, "las actitudes gallardas hay que mantenerlas". Yo, a veces, por mantener una actitud gallarda, he perdido algunos (pocos) euros. Teniendo en cuenta que a Padilla, Bravo y Maldonado les costó la cabeza, no me parece que saliera malparado. Pero el paseante de Santa Catalina es burgués acomodado y hace buena la frase atribuida a Kafka: "En tu lucha contra el resto del mundo, procura ponerte de lado del resto del mundo". Las cosas y el mundo, al parecer funcionan así. Porque recapacito y pienso: ¿Que pasará cuando dentro de pocos años pida otro crédito para otro coche? Pues en buena ley, me contestarán: "El crédito que nos pides también nos lo vamos a meter por el culo" Y dejo sumiso que me incluyan en el fichero y que se sepa que soy buen pagador.


Ya se que hay listillos, maleantes, perdonavidas que se creen más que nadie y con derecho a no pagar sus deudas. Gente triste, preocupada por el dinero e insolidarias. Pero la existencia de estos ficheros, el dominio que puede ejercerse sobre las personas, la necesaria aceptación del control y la situación de esos morosos vencidos por las puñaladas traperas del mundo no deja de producirme espeluzno. Así que, a pesar del calor, me tomo un café en Willow que pago religiosamente con un euro.

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